29 noviembre 2007

Cuaternario


En el intento del tiempo indemne,
en la sonrisa de la Fama desconocida.
En la rama del eneldo aprovechado.
En el límite del sonido abreviado.

Con la sonata cubriendo mi testa
descubro o reencuentro las idas y venidas
que antaño minaron mi cara.
Cuán gráciles los vuelos de Atoivag,
al son de los sones,
a la vera del inmenso
Mar.